Ética y corrupción

Ética y corrupción.

Ética y corrupción que respectivamente son dos puntos opuestos de la conducta humana. Ética se refiere al conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad, y corrupción es una inmoralidad que  daña o destruye lo bueno.

La corrupción es lo contrario de la ética. Esa palabra se descompone  etimológicamente de dos voces: Co y romper. Es lo que rompe o descompone lo bueno. Es el conjunto de antivalores y costumbres que degeneran o desacreditan al ser humano.

La ética cultiva valores, es decir virtudes, como honradez, justicia, equidad, respeto a la dignidad humana, confianza, fortaleza moral, solidaridad, responsabilidad, transparencia, iniciativa y espíritu de trabajo, valores todos ellos que contribuyen al desarrollo y perfección del individuo conllevando así a una buena sociedad.

La corrupción se genera por la práctica de antivalores como deshonestidad, injusticia, discriminación, irrespeto a la dignidad humana, hipocresía, inmoralidad, indecencia, egoísmo e irresponsabilidad, defectos todos ellos que deshonran al ser humano y dificultan el desarrollo económico y social de la sociedad.

Los valores de la ética como los antivalores de la corrupción son aspectos básicos de la personalidad, esto surge desde la niñez, obteniendo rasgos positivos o negativos provenientes de la crianza de los padres, es decir, del modelo familiar implantado en dicha persona que está en progreso de desarrollo, debido a que si los padres son honestos, trabajadores y educados, el niño desarrolla esos valores. Si los padres son deshonestos, perezosos y violentos, el niño tiende a reproducir ese modelo de antivalores.

En conclusión, corrupción hay en todas partes pero la más común es la corrupción política, debido al mal manejo social, económico y político que se están rigiendo o gobernando las nacio.nes actuales; ética tienen pocos, pero al menos la mayoría trata de emplearla o dar el ejemplo en sus profesiones u oficios